Los principales errores que debe evitar todo locutor de informativos radiofónicos:
un estudio práctico

Emma Rodero Antón, Universidad Pontificia de Salamanca

(Texto publicado en las Actas de las XV Jornadas Internacionales de la Comunicación, Facultad de Comunicación, Universidad de Navarra)

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1. INTRODUCCIÓN. 

En los informativos radiofónicos, la voz del locutor continúa siendo el principal medio de expresión del mensaje. Por tanto, del dominio de la locución depende que el discurso se transmita con la eficacia suficiente para garantizar la asimilación de los datos informativos por parte del oyente. Pero, no se trata sólo de que el locutor posea unas extraordinarias cualidades vocales sino que, además, debe acompañarlas de un adecuado conocimiento y manejo de su voz, aplicado al tipo de mensaje que transmite. Entonces, al buen locutor de informativos se le exigen ambas circunstancias: que posea un buen instrumento sonoro pero, asimismo, que conozca las técnicas vocales necesarias que le aseguren el dominio de la prosodia (entonación, acento y ritmo) y de la pronunciación, aplicadas siempre al discurso informativo radiofónico. Por eso, el estudio práctico que ahora se presenta contempló ambas facetas. Se trató no sólo de averiguar cuál podría ser la voz más agradable para los locutores de informativos sino, además, cómo debería adaptarse el manejo de esa voz a las noticias en la radio. Con este fin, se realizó un experimento práctico en el que los miembros de una muestra, ajenos al mundo de la comunicación, tras escuchar unas grabaciones con diferentes tipos de voces, entonaciones, acentos, ritmos y pronunciaciones hubieron de ordenarlas, según las consideraran más o menos agradables para los informativos radiofónicos. En total, se realizaron cinco pruebas de las que, a continuación, se presentan los resultados.


2. RESULTADOS GENERALES.

2.1. Los sujetos experimentales reconocieron cada uno de los defectos de locución presentados en las diferentes pruebas. A pesar de que los miembros de la muestra no mantenían relación alguna con la comunicación radiofónica, supieron denunciar los principales errores con los que se diseñó cada uno de los textos de las grabaciones. Por tanto, demostraron su capacidad no sólo para reconocer los principales defectos de la locución  informativa sino, además, para explicar por qué los habían ordenado de una determinada manera.

2.2. Los miembros de la muestra percibieron que si la forma sonora incumplía sus funciones lingüísticas afectaba al mantenimiento de la atención sobre el contenido informativo. En todas las pruebas se comprobó que cuanto más se alejara la forma sonora de las funciones lingüísticas que debía cumplir, más sobresalía sobre el contenido y, por tanto, más dificultaba la comprensión de la noticia. Así, cuando la forma sonora era la correcta, pasaba desapercibida, ya que reforzaba y apoyaba este contenido. En cambio, cuando esa forma incumplía unas determinadas funciones, se provocaba una contradicción que distraía la atención de los datos del mensaje.


3. RESULTADOS DE CADA UNA DE LAS PRUEBAS.

1. PRUEBA DE VOZ.

1.1. Los miembros de la muestra resolvieron que el tono más agradable para una voz informativa radiofónica era el grave. En concreto, en los casos analizados, fue el que se situó en una frecuencia de 89-90 Hz en las voces masculinas y de 171 Hz en las femeninas. Tanto en un caso como en el otro, la muestra siempre prefirió las voces más graves de cuantas se presentaron. En cambio, las peor valoradas fueron siempre las voces más agudas. Las analizadas en este experimento se situaron en una frecuencia de 135 Hz en las masculinas y de 212 Hz en las femeninas.

1.2. Para los sujetos experimentales, el mejor timbre en una voz informativa radiofónica fue el resonante, brillante y claro. En los dos casos analizados, sean voces masculinas o femeninas, los timbres de las voces mejor valorados fueron los que poseían estas cualidades. Así pues, tan importante como el poseer una voz grave fue conseguir un timbre resonante, con fuerza y personalidad, brillante, es decir, armónico y agradable, y que se percibiera con claridad. En el polo opuesto, la muestra consideró las voces con timbres más apagados, menos resonantes y más oscuras como las menos agradables para los informativos radiofónicos.

1.3. La muestra se decantó por estas cualidades tonales y tímbricas de una voz para informativos de radio porque les transmitieron mayores sensaciones de credibilidad, seguridad y tranquilidad. Las razones que decantaron las preferencias hacia este tipo de tono y timbre para las voces de informativos radiofónicos se debieron a las sensaciones que provocaron en los sujetos experimentales. Así, manifestaron que este modelo de voz fue el que les resultó más creíble, seguro, serio, veraz y tranquilo. En definitiva, lo percibieron con autoridad y seguridad y éstas son cualidades muy estimables cuando se trata de la transmisión de información. En el extremo contrario, las voces más agudas sonaron más débiles, sin peso, ni autoridad y, por tanto, fueron las peor valoradas.

2. PRUEBA DE ENTONACIÓN.

2.1. La muestra consideró como más apropiada la entonación que presentaba una adecuada variación tonal en función del contenido de mensaje. Por tanto, se comprobó que aquello que más valoraban los sujetos de la muestra era la variación tonal, fuera a través del nivel seleccionado o fuera a través de los tonemas que integraban el mensaje. De esta manera, los sujetos experimentales reclamaron continuamente cambios en la entonación que despertaran su atención, aunque siempre de manera natural, en progresión y sin brusquedades. De hecho, uno de los rasgos que más valoraron fue la naturalidad. Por tanto, exigieron modificaciones de entonación aunque moderadas, sin que se percibieran notoriamente. En este sentido, la grabación que se presentaba con la entonación considerada como correcta reunió las preferencias de la mayoría de los sujetos experimentales precisamente porque se mostraba variada pero siempre dentro de unos límites.

2.2. Los sujetos experimentales consideraron que el locutor debía seleccionar un nivel tonal acorde con el contenido del mensaje informativo. Esta recomendación resultó ser de especial importancia para evitar que se produjeran tremendas contradicciones entre la forma y el contenido, que dificultaran la asimilación de este último. De hecho, este error resultó ser el más molesto para los miembros de la muestra. Los modelos mantenidos en niveles medios muy graves (82 Hz) o muy agudos (135 Hz) para la información transmitida fueron los peor valorados. Parece lógico que el nivel tonal se ajuste al contenido de la información para que pueda reforzarlo. Sin embargo, en estas grabaciones se percibía todo lo contrario. Por eso, la información del nivel grave les pareció tétrica mientras la del nivel agudo les resultó demasiado entusiasta para la lectura de una noticia. En todo caso, ante la elección entre estas dos opciones, los sujetos experimentales encontraron más agradable la tendencia hacia el nivel agudo que hacia el grave. Por su monotonía, este último resultó ser entonces el más desagradable de cuantos se presentaron.

2.3. La muestra valoró como la entonación más agradable aquella que realizaba de forma correcta y variada cada uno de los tonemas. Si el nivel tonal resultó importante en la entonación, más aún si cabe lo fue la realización de las terminaciones de los grupos fónicos. En primer lugar, éstas deberían ser correctas desde un punto de vista lingüístico para permitir el cumplimiento de todas y cada una de las funciones de la entonación. Este aspecto resulta básico para que el oyente alcance a comprender de manera eficaz el mensaje que se le transmite. Pero, además, desde un punto de vista puramente acústico, en el intento de mantener la atención de la audiencia, se debería procurar que cada uno de los tonemas se situara en un punto tonal distinto al anterior. Precisamente, estas características fueron las que más valoraron los miembros de la muestra a la hora de situar la grabación con la entonación correcta en la posición más destacada. En ella, cada uno de los grupos fónicos presentaba una terminación tonal diversa, aunque no demasiado distante (60 Hz, 78 Hz, 78 Hz, 93 Hz, 107 Hz, 54 Hz, 99 Hz, 59 Hz, 94 Hz y 62 Hz).

Al contrario, a la muestra le molestaron más aquellas entonaciones que repitieron el mismo o similar tonema de un grupo fónico a otro. Esta práctica generaba dos efectos: el primero, uniones o separaciones entre los grupos, inexistentes desde el punto de vista sintáctico; en segundo lugar, producía un efecto de cántico o pura monotonía, al eliminar la variedad. De entre ellos, presentando la variedad como guía de la entonación, es lógico que el mejor valorado fuera el que empleaba la mayoría de los tonemas ascendentes. Sin duda, este modelo huía más de la tan menospreciada monotonía, a pesar de que se percibiera también un molesto cántico (muy común por otra parte en los informativos radiofónicos españoles); pero nunca resultó tan monótono como la terminación con mayoría de tonemas descendentes.

3. PRUEBA DE ACENTO.

3.1. Para los sujetos experimentales, el acento más agradable fue el que remarcó tan sólo aquellas palabras que resultaban claves para la comprensión del mensaje. La muestra consideró como acento más agradable aquel que marcaba sólo aquellas palabras que fueran suficientes para asimilar el texto informativo, con lo que se reforzaba el contenido del mensaje, favoreciendo la retención de los aspectos claves del discurso. En cambio, las otras grabaciones presentadas obviaban esta primera condición. De entre ellas, los miembros de la muestra siempre se decantaron hacia las que menos se desviaban del modelo que seleccionaron como más agradable. Por eso, la segunda grabación más valorada fue aquella que trataba de no remarcar ningún acento. A continuación, y por este orden de desagrado, escogieron las grabaciones que acentuaban doblemente las palabras, señalaban las palabras vacías o las remarcaban demasiado. Estos tres modelos acentuaban las palabras sin tener en cuenta el contenido, lo cual provocó que fueran valorados de forma bastante negativa.

3.2. La muestra entendió que el acento más agradable era aquel que se marcaba con naturalidad, sin que se produjeran exageraciones. Por tanto, también en el acento, la naturalidad fue un rasgo muy valorado por la muestra. Todo aquello que supusiera una exageración, despertaba demasiado la atención y suscitaba sensaciones negativas. Por eso, el modelo considerado como correcto, que al marcar sólo los acentos necesarios no se alejaba de la naturalidad, ocupó esa primera posición y reunió los adjetivos más positivos. Al mismo tiempo, la segunda grabación más valorada mantuvo esta tendencia ya que buscaba ocultar la mayoría de los acentos enfáticos. A continuación, las grabaciones con acentos más exagerados (muy remarcado, acentuación de palabras vacías de significado o doble acentuación de una misma palabra) se situaron en los peores puestos. En definitiva, cuanto más exagerado fue el acento, peor fue su valoración.

4. PRUEBA DE RITMO.

4.1. El ritmo más agradable para la muestra fue aquel que mantuvo una velocidad de lectura moderada, al mismo tiempo que variada. La muestra escogió como velocidad de lectura más agradable para los informativos radiofónicos la moderada (26, 4 segundos). Sin embargo, en el resto de las opciones, se decantaron claramente por la tendencia hacia la rapidez y nunca a la lentitud. Las grabaciones consideradas como más desagradables fueron: aquella en la que abusaba de las pausas y, en último lugar, la que discurría a una velocidad lenta (33,4 segundos). De este modo, los sujetos experimentales asociaron la rapidez con el dinamismo y la lentitud con la monorritmia. Por eso, la grabación que representaba la velocidad rápida (19,2 segundos) se situó en una posición intermedia, a pesar de que impedía, en cierta manera, la comprensión de la información.

Pero, además de moderada, o, en todo caso, tendente a la rapidez, los miembros de la muestra resolvieron que la velocidad de lectura necesitaba ser variada. Por eso, la grabación concebida como correcta, que reunía estas dos condiciones, resultó ser la más agradable.

4.2. La muestra consideró agradable tan sólo la realización de pausas en los lugares estratégicos del texto. Así, se valoró de manera positiva la realización de estas pausas siempre y cuando se presentaran de forma moderada y tan sólo en los momentos en que el contenido lo reclamara. Esa restricción en cuanto a las pausas se demostró por el hecho de que la segunda opción más valorada fue el modelo con ausencia de ellas. Al mismo tiempo, como una de las opciones más desagradables, aparecía el modelo con abundancia de pausas. Por tanto, la muestra exigió la realización de estas pausas pero siempre que fueran pertinentes y con la justa duración. Esta cualidad fue precisamente la que contenía la opción más valorada y considerada como correcta.

4.3. El mejor ritmo para la muestra fue aquel que resultó de la adecuada combinación de la velocidad de lectura y las pausas. La locución más agradable considerada por la muestra fue la que contemplaba los dos elementos del ritmo, tanto la velocidad de lectura como las pausas. En cambio, molestaron más el resto de las grabaciones porque carecían de uno u otro elemento (o se modificaba sólo la velocidad de lectura o sólo las pausas). Las grabaciones que resultaron más desagradables fueron la lectura a una velocidad lenta y la que contenía una abundancia de pausas. Las menos desagradables fueron la lectura a una velocidad rápida y, sobre todo, la lectura sin apenas pausas.

5. PRUEBA DE PRONUNCIACIÓN.

5.1. Para los miembros de la muestra, la naturalidad y la claridad fueron siempre las cualidades más sobresalientes a la hora de valorar una agradable pronunciación. De hecho, esta es una de las pruebas donde las conclusiones se mostraron más evidentes. Bajo ningún concepto la muestra admitió una pronunciación muy remarcada ya que les resultaba rimbombante y pedante. Por lo tanto, reclamaron siempre naturalidad y fluidez en la pronunciación. De esta manera, la grabación más desagradable correspondió a una pronunciación exagerada, mientras la segunda con mejor valoración fue la que mantenía la articulación más débil.

  Pero, al mismo tiempo, los sujetos experimentales reclamaron claridad en la pronunciación. Todos los sonidos se debían percibir con la máxima claridad para comprender perfectamente todos los datos del mensaje informativo. Por eso, esta cualidad, junto con la exposición natural, fue la que más valoraron los sujetos experimentales en la grabación que juzgaron como pronunciación más agradable para la información radiofónica.

5.2. Para los miembros de la muestra, la pronunciación incorrecta resultó ser desagradable. Si existió otra cualidad relevante en la pronunciación esa fue la corrección. Los sujetos experimentales supieron detectar los errores de articulación en la grabación correspondiente y, por ello, la colocaron como la segunda más desagradable. Por tanto, la muestra exigió de los locutores que no incurrieran en errores de articulación, al considerarlos incompatibles, no ya con la información radiofónica, sino con el propio trabajo de locutor.


6. CONCLUSIONES.

 En definitiva, los sujetos experimentales seleccionaron como mejor voz para los informativos radiofónicos aquella que poseía un tono grave y un timbre resonante, armónico y claro al transmitir mayores sensaciones de credibilidad, seguridad y tranquilidad que las voces con tonos agudos y timbres más oscuros u opacos. En lo referente a la entonación, la muestra se decantó por una variedad tonal, tanto en el nivel seleccionado como en cada uno de los tonemas de los grupos fónicos, siempre en función del contenido del mensaje informativo y respetando sus funciones lingüísticas. Para el acento, lo más relevante fue que en el mensaje sólo se remarcaran aquellas palabras clave para la comprensión de los datos informativos, pero siempre de manera natural, sin exageraciones. En lo que respecta al ritmo, la velocidad de lectura preferida por los sujetos experimentales fue la moderada, o tendente a rápida, pero siempre que sufriera variaciones acordes con el contenido del discurso informativo. Las pausas quedaron restringidas a ciertos momentos estratégicos del texto. Por último, la pronunciación más agradable para la muestra resultó ser aquella que compaginó la naturalidad y la fluidez con la corrección articulatoria.


7. FICHA DE LA INVESTIGACIÓN.

DESCRIPCIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

Definición

Estudio piloto

Metología

Cuasi experimental

Muestra

Selección estratégica.

No representativa.

Alumnos de varios másters de la Universidad Pontificia de Salamanca.

Cincuenta personas

Corpus de la prueba

Noticias breves de carácter internacional leídas por diferentes voces, con distintas entonaciones, acentos, ritmos y pronunciaciones

Informantes

Locutores profesionales de publicidad

Procedimiento

Escucha de una serie de grabaciones

Recogida de datos

Mediante un cuestionario entregado tras la audición. En él se debían ordenar las grabaciones según les resultaran más o menos agradables. Incluía una pregunta abierta en la que debían explicar las razones.

Pruebas realizadas

Cinco pruebas: voz, entonación, acento, ritmo y pronunciación.

Objetivo: determinar cuál era la voz, entonación, acento, ritmo y pronunciación informativa radiofónica más agradable para los miembros de la muestra.

Grabaciones prueba de voz:

1. Voz aguda poco resonante. 3. Voz grave muy resonante.

2. Voz aguda más resonante.  4. Voz grave poco resonante.

Ocho locutores: cuatro voces masculinas y cuatro femeninas. Una noticia.

 

Grabaciones prueba de entonación

1. Nivel demasiado grave.4. Tonemas descendentes.

2. Nivel demasiado agudo.  5. Tonemas ascendentes.

3. Entonación correcta. Un mismo locutor. Una noticia.

Grabaciones prueba de acento

1. Sobreacentuación.4. Acentuación de palabras vacías

2. Escasa acentuación. de significado para la información.

3. Acento correcto.5. Doble acento en una misma palabra.

El mismo locutor. Una noticia.

Grabaciones prueba de ritmo

1. Velocidad de lectura lenta.4. Abuso de pausas.

2. Velocidad de lectura rápida. 5. Ausencia de pausas.

3. Ritmo correcto.

El mismo locutor. Una noticia.

Grabaciones prueba de pronunciación

1. Pronunciación incorrecta. 3. Pronunciación correcta.

2. Pronunciación exagerada. 4. Pronunciación relajada.

El mismo locutor. Una noticia.