El estado económico y financiero de la radio comercial española
Análisis comparativo de SER, COPE y Onda Cero


Arturo Merayo Pérez
Profesor de Comunicación e Información Radiofónica
Facultad de Comunicación. Universidad Pontificia de Salamanca

(Texto publicado en Estudios de Empresa Informativa, Táuler, M. y Población, I. (eds),
Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 200, pp. 557-571)

Con el este estudio se pretende mostrar de manera comparativa la situación económica de las tres principales cadenas españolas de radio comercial durante el periodo comprendido entre 1990 y 1996.
Se han analizado los balances financieros y las cuestas de resultados de SER, COPE y Onda Cero (Uniprex) por ser los tres grupos radiofónicos más relevantes de la radiodifusión española, tanto en lo que se refiere a cobertura como a audiencias y facturación publicitaria absoluta.
No se analiza la situación financiera de RNE puesto que su situación económica no es comparable a la de las radios comerciales en razón de su carácter público y sobre todo por cuanto no recurre a la publicidad como instrumento de financiación.
El periodo estudiado tiene singular relevancia no sólo porque comprende siete ejercicios económicos -lo que permite describir una evolución suficientemente significativa-, sino porque a lo largo de estos años la economía española atravesó por situaciones muy variadas. En los años 1990 y 1991 se vivieron momentos de optimismo y bonanza económica propiciados por los acontecimientos de 1992. Es precisamente al finalizar este año y durante 1993 cuando se padece un periodo de crisis en el que, según manifestaron en reiteradas ocasiones los directivos de las empresas radiofónicas, la radio no sólo no permaneció ajena sino que se mostró muy sensible. Finalmente a partir de 1995 la coyuntura occidental y nacional mejora sustancialmente. Intentaremos deducir a partir de los datos económicos hasta qué punto la crisis hizo mella en la radio y en qué medida a cada uno de los grupos radiofónicos.
El objetivo del estudio es presentar los datos económicos y financieros más significativos, procurando introducir únicamente aquellos comentarios estrictamente imprescindibles, con el fin de no sesgar la interpretación de los mismos que pueda obtener el lector.

ANÁLISIS DE LOS BALANCES DE SITUACIÓN

Dado que lo que nos interesa es conocer la evolución general de los tres grupos radiofónicos a lo largo de un periodo de siete ejercicios, se han ponderado las diferentes cifras que proporcionan los respectivos balances con el fin de obtener un promedio que podría constituir el "balance tipo" durante estos años, algo así como la fotografía básica del estado financiero durante este periodo.
En primer lugar destaca en las tres empresas radiofónicas la escasa cuantía del pasivo fijo (acreedores a largo), el importante activo fijo (inmovilizado) de Onda Cero, el notable activo circulante de SER y el patrimonio neto de COPE.
En los siguientes gráficos se representa porcentualmente cada concepto de manera que, aunque no puedan entre sí considerarse sumandos, se aprecie el peso específico de cada uno en relación con las de las otras sociedades.


Analizaremos a continuación de forma gráfica los recursos ajenos y propios de cada una de las tres empresas radiofónicas, lo que nos permitirá comparar sus grados de endeudamiento. Las magnitudes se expresan en millones de pesetas y así se continuará haciendo en adelante mientras no se indique lo contrario.



Otro concepto que se deriva del estudio de los recursos propios y ajenos es el de independencia de la empresa respecto de bancos y otros acreedores. Una independencia que también se pone de manifiesto al comparar pasivos totales y recursos ajenos.


Se puede observar cómo el grupo SER mantuvo prácticamente una constante incluso en los momentos de crisis, como también ocurrió con Onda Cero aunque de manera menos regular. Por el contrario, COPE se mostró más sensible a las situaciones de crisis en las que hubo de recurrir con mayor proporción a los recursos ajenos.

La ratio de endeudamiento se utiliza para diagnosticar la cantidad y calidad de la deuda que tiene la empresa, así como para comprobar hasta qué punto se obtiene el beneficio suficiente para soportar la carga financiera del endeudamiento. Numéricamente es igual al total de las deudas dividido por el pasivo. Si es mayor que 0,6 existe un exceso de deuda; si es menor que 0,5 existe un exceso de capitales

propios; en el caso de cifrarse entre 0,5 y 0,6 se puede hablar de situación ideal.

Se observa que en el caso de la Cadena SER se mantuvo un exceso de capitales propios hasta el año 1992, tras el cual alcanzó un nivel de endeudamiento adecuado. Por su parte, la COPE acumuló en los primeros años un exceso de capital, pasando bruscamente después a una deuda excesiva, que se equilibró a partir de 1994.
Onda Cero Radio inicia la década con un grave exceso de capitales propios pero muy pronto alcanzó el nivel de endeudamiento correcto. Cuando en ejercicios puntuales tiende a desviarse lo hace siempre hacia el exceso de capitales.

Capitalización. En la relación entre capitales propios y el pasivo total, se da por sentado que la situación ideal es aquella en la que los fondos propios superan el 40% del pasivo. Si es así podremos considerar que la empresa se encuentra suficientemente capitalizada y no padece endeudamientos excesivos. Por otra parte, conviene que esta relación no sobrepase el 50% ya que probablemente eso sería indicio de un exceso de capital infrautilizado del que no se obtiene la adecuada rentabilidad. En la tabla siguiente se muestra esta relación en los grupos radiofónicos estudiados y en términos porcentuales:

En el caso de la Cadena SER, aunque durante los primeros años parece mostrar un exceso de capital, a partir de 1993 la situación se estabiliza en unos niveles adecuados. En el caso de la COPE se observa cómo inició la década excesivamente capitalizada para pasar después durante varios ejercicios a estar sometida a un nivel de endeudamiento excesivo. A partir de 1994 la situación vuelve a equilibrarse hasta llegar a un estado ideal entre los fondos propios y el volumen total del pasivo de la sociedad. Por su parte, Onda Cero mantuvo durante los dos primeros ejercicios estudiados una excesiva masa patrimonial, llegando a perder la ocasión de invertir casi el 20% de la misma. Pero a partir de 1992 encontró un equilibrio perfecto en el que se ha mantenido sin apreciables alteraciones.
Resulta significativo comprobar cómo en los tres casos se actuó con extremada prudencia -casi con conservadurismo, podría decirse- en años de bonanza económica, echando mano de una capitalización excesiva y renunciando a acometer inversiones; aunque esta orientación puede reducir posibilidades de crecimiento, permite, por otro lado, que en los años de crisis económica las dificultades se amortigüen más y el endeudamiento no resulte peligroso.

Solvencia corriente. Una manera de analizar el balance de situación es por medio del estudio de la relación que se establece entre el Activo Circulante y el Pasivo Circulante. La solvencia corriente representa la liquidez de la empresa y depende de la rotación de cuentas que hay que cobrar. Si esta ratio es menor que 1 la empresa se sitúa de hecho en suspensión de pagos. De forma gráfica, esta es la evolución experimentada a lo largo de los siete años estudiados por las tres cadenas radiofónicas:

En el grupo SER se observa cómo durante los ejercicios 1990-1993 la ratio se mantuvo en las proporciones adecuadas, es decir, entre 1,5 y 2,5. Sin embargo, a partir de 1994 la situación se agravó notablemente: 1,19, 1,20 en 1995 y 1,18 en 1996.


En el caso del grupo COPE, las cifras de solvencia corriente son verdaderamente llamativas. La relación entre activo y pasivo circulante muestra que, excepto en los dos últimos ejercicios -1995 y 1996-, la situación fue de hecho la más cercana a suspensión de pagos, especialmente durante 1993 y 1994. No hay duda de que en este sentido, la crisis económica afectó notablemente a esta empresa.

Algo muy similar sucedió con Onda Cero, aunque en este caso las ratios de solvencia resultaron aún más peligrosas. Desde 1990 a 1994 ambos incluidos, éstas se mantienen por debajo de 1, y sólo a partir del ejercicio de 1995, entraron en una situación normalizada.

Acreedores. El pasivo circulante es, sin duda en las dos últimas sociedades analizadas muy elevado. La relación entre los acreedores a corto y a largo plazo puede observarse en los siguientes gráficos, en los que se aprecia cómo son siempre las deudas a corto las más importantes en las empresas de radiodifusión. Esto no es extraño pues, del mismo modo, una de las características de estas sociedades es establecer sus ingresos también a corto plazo. No obstante, en algunos casos las deudas a corto llegan a ser prácticamente las únicas, como ocurre en varios ejercicios del grupo COPE. Si tan significativo resulta el pasivo circulante, es preciso que la sociedad disponga de abundante liquidez o solvencia inmediata para hacer frente a pagos también inmediatos.

La ratio de liquidez inmediata pone en relación el activo financiero (activo circulante una vez descontadas las reservas) y el pasivo circulante. Partimos del hecho de que el activo circulante ha de ser aproximadamente el doble que el exigible a corto plazo, es decir, un 200%. Si es así probablemente la empresa no presentará problemas de liquidez y será capaz de hacer frente a sus pagos. La ratio señala, por tanto, la posibilidad que tiene la empresa de hacer frente a sus pagos, además de permitir elaborar el presupuesto de caja. Numéricamente se obtiene dividiendo el activo circulante entre el exigible a corto, de forma que el cociente ideal sea 2,0.

 

Se observa, que durante los primeros tres ejercicios analizados, la Cadena SER se mantuvo en unos parámetros adecuados que, no obstante, comenzaron a descender a partir de 1993 lo que aconsejaría tomar precauciones ante el riesgo de suspensión de pagos. Por su parte, en la Cadena COPE el nivel de activo circulante fue escaso durante los primeros años de la década y entró en una situación a todas luces peligrosa durante los ejercicios de 1992 y 1993, para pasar a recuperarse en los años posteriores. En el caso de Onda Cero existieron durante casi todo el periodo analizado serios problemas de liquidez e incluso riesgo grave de suspensión de pagos que, no obstante, comenzaron a solventarse sustancialmente a partir de 1995.

La ratio de garantía de solvencia, al poner en relación el activo total real y los recursos ajenos, muestra la garantía que la empresa ofrece la empresa a sus acreedores. Si esta ratio es menor a 1,5 significa que la empresa está demasiado vinculada a sus acreedores, con el peligro de entrar en quiebra a medida que se acerca a 1. Si el resultado es 2 significa que el 50% del activo total es financiado por fondos propios y el resto por fondos ajenos. La ratio ideal ha de situarse entre 1,5 y 2,5.


Como se observa, tan solo un grupo radiofónico -la COPE- y durante los ejercicios 1993 y 1994 entró en situación peligrosa, lo que coincide con lo expuesto en el gráfico que refleja la relación entre los recursos ajenos y propios. Por su parte, la SER, como ya se apuntó en su momento, capitaliza excesivamente en el año 1992, con lo que la garantía de solvencia es mayor que la adecuada.

La ratio de firmeza o consistencia representa el grado de seguridad que ofrece la empresa a sus acreedores. Como se puede observar, las empresas radiofónicas estudiadas están en condiciones sobradas de hacer frente a sus deudas a largo.


 

Sorprende comprobar las extraordinarias cifras de COPE durante los cuatro primeros ejercicios estudiados, las cuales obedecen a una ausencia prácticamente absoluta de acreedores a largo. En aquellos casos en los que la ratio se acerca a 2, como sucede en los dos últimos ejercicios de Onda Cero, la mitad de activo fijo está financiada por los recursos propios y el resto por créditos a largo plazo.

ANÁLISIS DE LAS CUENTAS DE RESULTADOS

Del análisis de las cuentas de resultados se desprende el siguiente gráfico en el que se observa la evolución de los ingresos y gastos de cada una de las cadenas. En el periodo estudiado la SER aumentó un 19,6% sus ingresos mientras que sus gastos se han incrementado en un 24,7%. Por lo que respecta a la COPE los ingresos crecieron un 26% y los gastos un 34%. Finalmente, Onda Cero registró a lo largo de estos siete años modificaciones profundas tanto en ingresos como en gastos: 81% y 75% de incremento respectivamente.


Por lo que respecta a la cifra neta de negocio, la SER la incrementó en un 19,6%, la COPE en un 25,3%, y Onda Cero nada menos que en un 80,6%. Se observa que el año 1992 supuso una reducción tanto para la SER como para la COPE. Esta última se mejoró radicalmente al año siguiente no sólo para la recuperación de la situación económica general sino sobre todo por la incorporación de varios profesionales procedentes de Antena 3. Por lo que respecta a Onda Cero, los cuatro primeros años de la década supusieron un incremento permanente, como corresponde a una empresa radiofónica de nueva creación que aumenta constantemente el número de estaciones y que incorpora paulatinamente a profesionales prestigiosos. A partir de 1994 la cifra de negocio prácticamente se estabilizó.


En la siguiente tabla se muestra la rentabilidad bruta de las ventas en porcentajes, fruto de la relación que se establece entre los resultados antes de impuestos y la cifra neta de negocio.

Los resultados después de impuestos se incrementaron en el caso del grupo SER en un 25,8 %, en la COPE en un 56,8% y en Onda Cero en un 124,8%. Tanto SER como COPE habían conseguido seis años después menos beneficios que cuando empezaron la década. Tan solo OCR registró un incremento, eso sí, después de haber padecido notabilísimas pérdidas a lo largo de casi todos los ejercicios.


Por lo que respecta al ratio de cash-flow, se observa la situación crítica por la que atravesaban Onda Cero y COPE al comienzo de la década. Hasta el año 1992 y 1993 respectivamente, la caída del cash-flow es estrepitosa y mucho más leve en el caso de la SER. Es a partir de 1994 cuando los tres grupos radiofónicos se recuperaron, haciéndolo de forma mucho más acusada COPE y Onda Cero que pronto alcanzaron cifras positivas.

Resulta así que los resultados de explotación durante estos siete ejercicios económicos muestran una tendencia compartida: la del descenso generalizado durante el ejercicio 1992. Ahora bien, este descenso supone una disminución en picado en el caso de COPE y Onda Cero manteniendo la tendencia que ya se arrastraba desde los años finales de la década de los ochenta. Y es precisamente a partir del año 1993 cuando la situación comenzó a mejorar también radicalmente, consecuencia, como se ha expuesto, de la bonanza económica y de nuevas estrategias laborales y de programación. En el año 1994 los tres grupos económicos abandonan los números rojos.


Calculemos a continuación la relación existen entre el número de empleados de cada grupo radiofónico y sus beneficios o pérdidas. Según los datos proporcionados por las diferentes sociedades, el número de empleados fue en cada uno de los ejercicios analizados el que sigue a continuación:

La relación entre el personal y los beneficios/pérdidas obtenidos es la que se muestra en el Gráfico 19. En él se observa que cada empleado del grupo SER arroja invariablemente beneficios en una cantidad que oscila entre las 140.000 pesetas en el peor de los años estudiados y 1.280.000 en el mejor. La rentabilidad que los empleados de la COPE alcanzaron al comienzo de la década (1.340.000 ptas.) no se volvió a conseguir durante ninguno de los ejercicios estudiados; es más, durante los años críticos -1991-1993- la relación fue negativa llegándose a producir unas pérdidas por trabajador superiores a los 2.300.000 pesetas. Algo similar le sucede a Onda Cero, que no consigue rentabilizar el trabajo de los empleados hasta 1995. En los cinco ejercicios precedentes cosecharon pérdidas que en los ejercicios más difíciles superaron siempre los 2.500.000 pesetas y llegan a alcanzar 3.790.000. A partir de 1995 los tres grupos radiofónicos consiguen cifras positivas.

En el caso de las empresas radiofónicas resulta de mucho interés poner en relación el

número de oyentes con los beneficios o pérdidas obtenidos. Esto es así porque en ocasiones, la cifra de audiencias puede resultar engañosa, pues en sí misma no ayuda a comprender los resultados económicos de la empresa. Efectivamente, es posible que una gran cantidad de oyentes no esté proporcionada con los resultados económicos obtenidos, o que con una audiencia no tan destacada la sociedad alcance comparativamente mejores parámetros.