Rosa San Segundo Manuel1
En la actualidad el dato aparece bajo el tratamiento electrónico, y se podría afirmar que los datos electrónicos son objetivos en tanto que provienen de una realidad de carácter objetivo y material. Sin embargo, los datos y también la información son subjetivos y no neutrales, en la medida que es necesario que exista un emisor y un receptor que no siempre coinciden, por lo que este proceso de intercambio conlleva una serie de valores, de forma tal que tiene un carácter subjetivo es el intercambio de la información y, por tanto, la propia información, ya que la información estática carece de sentido. Por lo que una tendencia generalizada es la pretensión de llegar a que el tratamiento electrónico de datos es equivalente al procesamiento objetivo de los mismos. Este equívoco se basa en que toda la información es reductible a datos, donde los datos son procesados como objetos de tratamiento matemático abandonándose los problemas teóricos de la información. Muchas disciplinas científicas están desarrollándose fundamentalmente en el tratamiento electrónico de los datos, de modo que el estado actual de las mismas está mas centrado en el tratamiento técnico de datos y no en fundamentaciones teóricas, críticas y otras. Tratan más de resolver los aspectos técnicos que los substratos teóricos. En esta dirección, hoy día se necesitan y se emplean los datos electrónicos para procesarlos y utilizarlos en los cálculos aparentemente objetivos, y además, se persigue objetivar el proceso de producción de datos, su representación y su tratamiento3. Un sistema de información es una red de intercambio de datos donde se trata de prescindir de la naturaleza y significado de las informaciones ya que han asumido la forma de datos.
El problema de la objetividad-subjetividad de la información electrónica y también la perspectiva de la no-neutralidad de la Ciencia de la información y la Documentación, es muy relevantes en tanto, que la técnica lleva un sesgo ideológico mayor que la ciencia, y que estas disciplinas están mas imbuidas de aplicaciones técnicas que de fundamentaciones teóricas. Por lo, que en la actualidad, todas las ciencias y técnicas tienden a matematizarse y objetivarse mediante datos, atribuyendo causas solo objetivas y desdeñando las connotaciones de todo tipo de los distintos ámbitos de las ciencias y de las técnicas. Las Ciencias de la información junto con las nuevas tecnologías de la información electrónica deben de ser objeto de análisis, ya que no son neutrales, en tanto que el poder económico y político controlan los resortes, la investigación, el desarrollo y la utilización de estas tecnologías4. Las tecnologías mas importantes del siglo XX han sido la nuclear, biológica y de la comunicación, y en el siglo XXI las dos técnicas mas importantes van a ser la ingeniería genética y las ciencias de la información electrónica, ambas basadas en la información, del tipo que fuere, su organización, representación y utilidades.
El nuevo soporte material de la información ha determinado a la información misma. Así, los libros tradicionales en papel están perdiendo su materialidad para transformarse en productos electrónicos, y estos a su vez en servicios5. Además, en la nueva era electrónica, que va a suceder a la anterior era tipográfica de los últimos cinco siglos, se van a producir nuevas formas de pensamiento humanos, o sea frente al pensamiento lineal tradicional basado en la linealidad de la escritura y también de la imprenta, surge una nueva concepción de discontinuidad de la realidad con los actuales medios electrónicos.
Se está produciendo el tránsito de la era industrial a la era de la información6, nuestra economía se está convirtiendo en una economía de la información, la era industrial se basó en la producción a gran escala, mientras que la era de la información se basa en la comunicación y la información electrónica, también a gran escala. Esta traslación viene inserta en cuatro grandes períodos del capitalismo.
En un primer momento, en la era comercial o el capitalismo mercantil de los siglos XVI y XVII se introdujeron nuevas formas mas flexibles de dinero y una nueva concepción moderna de la propiedad privada, pues en la Edad media occidental el mundo feudal estaba organizado jerárquicamente, donde la iglesia y la nobleza eran los representantes divinos, lo que les confería la posibilidad de administrar la propiedad divina en la tierra, junto con la fuerza de las armas. Sin embargo, la moderna concepción de la propiedad implica una pertenencia exclusiva sobre las cosas externas del mundo con exclusión total de ese derecho a otro individuo7, esta nueva visión proviene de la Inglaterra del siglo XVI, donde se produjeron las primeras acciones de cercar las tierras modificándose, en ese momento, el anterior concepto de propiedad, defendida por el filósofo ingles Jonh Locke, quien explicitó que la propiedad era un derecho natural aunque limitado por la capacidad de cada hombre para cultivar su propia tierra. En el siglo XVII, el economista escocés Adam Smith abordó la idea de la posibilidad del intercambio de la propiedad, y ya con la Revolución francesa se produce una ruptura con la anterior propiedad divina y feudal para hacerse mas extensible y abarcable.
En un segundo momento, en el capitalismo industrial o la era industrial, que le sigue, se caracterizaba por el uso de unas determinadas materias primas como carburantes, fósiles, metales o minerales y por la producción y la acumulación. En la constitución de la era industrial se eliminaron las formas anteriores de vida artesanas, sustituyéndolas por fábricas con control exterior, los artesanos autosuficientes tuvieron que convertirse en trabajadores asalariados y quedaron excluidos del control de la producción mediante la introducción de la división del trabajo. Además, al mismo tiempo, se propagó una ética del trabajo que contribuyó a organizar la propiedad y a diferenciar las clases sociales. Con la primera revolución industrial y con el nacimiento de la fábrica y de la industria se requerían grandes necesidades de contabilidad, para tener conocimiento de las pérdidas, ganancias, almacenamiento y compras. Además, el capitalismo industrial o moderno, frente al capitalismo mercantil, se caracterizó por el auge de la propiedad privada y su intercambio, y por el asentamiento de una clase social burguesa de comerciantes, propietarios, profesionales frente una aristocracia en decadencia y un proletariado de desposeídos, y también por una nueva concepción de la realidad que articuló un consumo a gran escala, junto con la preservación de la propiedad privada con todos los valores que la arropaban. En el siglo XIX también distintas burguesías nacionales conformaron y consolidaron una estructura de estado que va a requerir un mayor conocimiento de la sociedad a organizar como la situación demográfica, económica y sanitaria8, hasta llegar a la estructura básica del sistema capitalista de inicios de siglo XX, que va a estar conformada por la producción, el comercio y los servicios.
En la tercera etapa siguiente, con el capitalismo financiero se ha desmaterializado el capital y también se ha desmaterializado el dinero. Hoy el dinero ya es casi inmaterial con las transacciones y las tarjetas de crédito, y con el denominado dinero electrónico. Además, se ha transformado la antigua idea del ahorro por la nueva idea de deuda o crédito, lo que era el pilar de la pequeña propiedad privada se ha transformado en el capitalismo financiero.
Finalmente, en la cuarta etapa, el capitalismo financiero se ha trasformado en informacional y digital, también denominado capitalismo del conocimiento9. Ya que tiene un carácter digital tanto su sistema de producción, circulación y acumulación de conocimiento. El capitalismo está sustituyendo los mercados por las redes, las nuevas materias primas no son solo los datos10, sino que se trata de una nueva economía de conocimientos. Los mercados, el dinero, el capital ya son digitales, son paquetes de datos, de información y de conocimiento. La antigua economía basada en la industria se dirige hacia la nueva economía basada en los servicios, además de una traslación de los contenidos físicos hacia la información. Se tiende a mercantilizar el tiempo con todo tipo de productos en línea, e igualmente queda mercantilizada la vida afectiva de parentesco y cultural, que es relegada y empieza a ser sustituida por unas nuevas relaciones mercantiles y experiencia humana queda mercantilizada y donde el gran producto económico va a ser la información electrónica.
Se tiende, cada vez más hacia una destitución de los contenidos y propiedades físicas, hacia un papel predominante de los servicios. Muchas empresas hoy regalan el producto, pues verdaderamente de donde obtienen beneficios es del cobro del servicio. Así operan las industrias de las tecnologías de la información y de la comunicación, pues, en la economía en forma de red prima mas el servicio que el producto. La economía global está dominada por una red electrónica de comercio y comunicaciones. ``El carácter físico de la economía se reduce. Si la era industrial se caracterizaba por la acumulación de capital, transformación de recursos en productos y en la propiedad física, en la nueva era lo estimable son las formas intangibles de poder que se presentan en paquetes de información y en activos intelectuales. El hecho es que se avanza en la desmaterialización de los productos físicos que durante largo tiempo fueron la medida de la riqueza en el mundo industrial''11. Se converge hacia a la constitución de una economía de la información o el tránsito del capitalismo industrial de la propiedad al capitalismo de la información. Hemos pasado de la era del capitalismo de la propiedad al capitalismo de la información digital o capitalismo del conocimiento, que se asienta como los prolegómenos de la era de la sociedad mundial de la información.
El gran valor de la información electrónica tiene su apoyatura mas inmediata en las coordenadas políticas, económicas y militares de la segunda mitad del siglo XX. Así, el inicio de las tecnologías digitales de la información o del ordenador se produjo durante la segunda Guerra Mundial, había necesidades bélicas y de control. La guerra como una fase extrema de defensa de un sistema económico y político conlleva numerosos logros científicos y elaboración de estrategias y métodos de optimización de recursos Finalizada la guerra, las tecnologías de la información electrónica van a tener un gran desarrollo, junto con la tecnologia de la posterior denominada Guerra de las Galaxias12. Las redes mundiales de informática y los sistemas de satélites van a acrecentar este desarrollo tecnológico junto con el intento de una interconexión total, y pretensión de acortar las distancias y los tiempos.
La información electrónica está, pues, adquiriendo un gran desarrollo por su nuevo valor económico. Al inicio de la creación de los ordenadores, estos eran solo máquinas de cálculo, la mercancía era el tiempo del cálculo, después la mercancía se ha trasladado a la forma de procesar datos e informaciones, para finalmente pasa a ser mercancía la organización misma de la información y de la empresa, como sistemas integrados que incluyen un modelo de organización. Esta integración total de las informaciones, como las formas o modelos de organización y formas de gestión de la información son imprescindibles, en tanto que mercancías en este proceso emergente de capital. Por consiguinete, la información electrónica y su organización son un potente agente de control, los centros de control de datos tratan de abarcar al control de la gestión y al aumento de la productividad, así se está gestando un cambio de gran magnitud de los modos de producción. Además, las máquinas van a producir máquinas por medio de maquinas, según la conocida afirmación marxista en la que la industria vio la necesidad de adueñarse de su propio medio de producción, de su instrumento tecnológico y de la organización y, hoy ya también, de la gestión de la información electrónica. La información electrónica se considera hoy día como la estructura por excelencia, y sin embargo no es sino una superestructura de las relaciones o estructuras económicas, la mera equiparación como estructura conlleva una visión meramente tecnocrática donde prevalecen las consideraciones técnicas sobre las consideraciones económicas, políticas y sociales y de otro tipo13. Por otra parte, la productividad originada por las nuevas tecnologías de la información electrónica será mayor en tanto que mayor período de tiempo funcionen, y mayor será la masa de productos con un nuevo valor incorporado. Al implantarse las tecnologías de la información a todas las ramas de la producción y de los servicios, se consiguen productos con coste menor, además se ha prolongado la jornada laboral extendiéndose el teletrabajo en casa, lo que aumenta la producción de servicios y, de forma mas concreta, la plusvalía, sin que ello reporte inversiones o costes mayores. Las tecnologías de la información abaratan la fuerza del trabajo. Estas tecnologías de la información son un producto y un medio de producción. Todo proceso de producción lleva una apropiación de medios, así en el proceso de producción artesanal los medios eran los instrumentos, en el capitalista industrial fueron máquinas, y en el neocapitalimo son las tecnologías de la información electrónica, estos nuevos medios y modos de producción se nos presentan, también, en la actualidad como una realidad objetiva e inmodificable14. Tenemos, pues, un nuevo instrumento técnico-organizativo que abarca ya casi todas nuestras relaciones como son las tecnologías de la información electrónica15.
Se está gestando una nueva sociedad basada en la información electrónica mediante el uso de los ordenadores. Y viene a denominarse Sociedad de la información a una sociedad en la que los intercambios principales no son ya la fuerza de trabajo o los productos, sino las informaciones electrónicas, donde incluye aspectos alienantes y marginadores16. La información electrónica tiene ya un gran valor económico, el gran desarrollo de la tecnología de la información ha sido promovido por la política de Estados Unidos en materia de información y por el capitalismo creciente. El nuevo mundo de la información electrónica apunta a pretender hacer uso de la hegemonía de las tecnologías de la información para defender determinados intereses. En la actualidad, las políticas de información nacionales e internacionales tienen, en gran medida, la apoyatura fundamental de las leyes del libre mercado y también de una política económica noeliberal, por lo que la información se ha convertido en un sector económico no solo pujante sino predominante.
La nueva sociedad de la información se halla estrechamente vinculada a los aspectos económicos, y esta sociedad rica en información traspasa las barreras lingüísticas, culturales religiosas y de todo tipo17, pues existe un destinatario prioritario, el capital, que controla toda su evolución y sus productos. Así, esta sociedad mundial de la información está constituida al servicio de los grandes mercados y de las multinacionales que pugnan por el control de los mercados internaciones en la industria de la información, que hoy es la mas próspera y elevada en los mercados bursátiles internacionales. El capital ha impulsado esta gran evolución tecnológica para tratar de obtener una productividad cada vez mayor, por loque, las industrias nacionales compiten por el control de las empresas de comunicación, alta tecnología, telefonía, cable, y todos los distintos teleservicios.
La globalización ha venido generada por una progresiva acumulación de mercados, bienes y servicios en torno a las grandes multinacionales, a lo que se ha sumado la nueva tecnología de la información digital o electrónica y ha comportado que este entramado de la información global es donde se va a situar la economía. La globalización de mercados y comercios conlleva una nueva dimensión u organización internacional de estos, lo que va a dar origen a un grupo mucho mas reducido de empresas y corporaciones capaces de operar en el ámbito de la información electrónica globalizada. Este proceso está inmerso en una política neoliberal de desregulación, privatización y globalización. La producción de bienes para su venta en los mercados internacionales es la clave de la prosperidad nacional, y la pugna por los mercados mundiales la realizan Estados Unidos, Europa y Japón principalmente. El liderazgo en la industria de la información, como chips, superordenadores, procesamiento automático y otros, es la pugna mas latente18. El nuevo neocapitalismo se está articulando mediante la apropiación de las nuevas tecnologías de la información electrónica.
En el Informe Mundial sobre la comunicación emitido por la UNESCO en 1997 se anuncia que se están creando nuevos resortes para una nueva civilización que suponen una ruptura total con el pasado sin precedentes19. El vehículo de estos cambios son los nuevos medios tecnológicos de información y comunicación. Son las nuevas tecnologías de la información electrónica las que están determinando el paso a una nueva era de la historia de la humanidad. Hay ya numerosos teóricos que cuestionen la forma actual de la globalización como Chomsky20, Ricardo Petrella, Susan George, Vandada Shiva, y otros. La tecnocracia a la que nos dirigimos plantea también problemas como la total violación de la intimidad o el control social, político, económico, mercantil y de todo tipo que se ejerce de forma mas extensa, ya que no sólo se han globalizado mercados, mensajes, telecomunicaciones, programas de educación, la cultura también es objeto de globalización.
El antiguo concepto de cultura no tiene paralelismo alguno con el actual concepto de información electrónica. La cultura puede ser entendida como nuestra experiencia compartida, o sea como las múltiples relaciones que conforman las experiencia vividas por los individuos y la comunidad, es decir como un entramado de significación. El ser humano es en tanto que está inmerso en este entramado de comunicación dentro de alguna cultura, de forma que la comunicación es creación y transmisión de significados. Aunque, todos los ámbitos de la cultura son transmisores de significado social, la nueva industria de la cultura y del entretenimiento están convirtiendo en mercancía a la cultura dominante. De esta forma, la cultura que durante siglos ha estado desvinculada de las relaciones de intercambio, en la actualidad está inmersa en estas relaciones, pues se ha producido un gran cambio de envergadura, hasta tal punto que la publicidad, incluso, ya es intérprete y transmisora de ciertos significados culturales, y así el capitalismo no elabora solo servicios sino también producciones culturales21. Con el aumento y extensión de las tecnologías de la comunicación en la vida cotidiana, todas las formas de comunicación se están mercantilizando, y tambien, se está mercantilizando la cultura.
La cultura pierde su anclaje comunitario y queda reducida a un entretenimiento comercial, como valor cultural se agota, pues en el mercado solo impera su utilidad y su valor como mercancía, y pierde su auténtico valor de uso para adquirir solo un valor de cambio. En definitiva, este proceso está significando que las culturas locales están siendo seriamente amenazadas, junto con los sentimientos, valores, experiencias y significados compartidos que son los que sustentan la cultura de los pueblos, pues el comercio global invade la cultura local. Cada vez mas aspectos de nuestras vidas se han convertido en mercancías. En la etapa comercial las transacciones se realizaban en un espacio y en un tiempo muy determinados, sin embargo la economía de la información digital incorpora el tiempo libre que no era objeto de relaciones comerciales, de esta forma tenemos una comercialización omnipresente, donde toda experiencia humana queda mercantilizada22. La sociedad de la información implica mayor individualismo, la tecnología aparece como el sustituto de las relaciones sociales, perdiéndose, por tanto, la elaboración colectiva de ideas. La cultura se convierte, cada vez mas, en experiencia de vida que puede ser objeto de embalaje y venta, por consiguiente, numerosos aspectos la variadísima y amplísima producción cultural humana junto con la reserva de la experiencia humana puede destruirse.
En los últimos siglos se transformaron los recursos físicos en propiedad, ahora en la era de la información se transforman los recursos culturales en experiencias personales y entretenimientos de pago en un mundo de redes de información23, donde todo se transmuta en intangible, mediante las tecnologías electrónicas de la comunicación comercial y del comercio cultural. El capitalismo de la información no se va a basar en el antiguo mercantilismo o intercambio de bienes, sino en el acceso a servicios y experiencias, así el nuevo capitalismo de la información es más intangible y menos material. Este nuevo capitalismo no es transacción, fundamentalmente, material sino acceso inmaterial, es cuestión de temporalidad24. La ética del trabajo se ha desplazado por la nueva ética del tiempo libre, y ahora se persigue colonizar el tiempo libre para su transformación en mercancía. En la historia de la humanidad el juego había ocupado mayor tiempo que el trabajo, asentá